paseé por las cuerdas, seguí las cuatro líneas, las salteé, las corrí y forcé
entonces me dejé caer y el peso las hizo acercarse y relajarme para que me pudiera deslizar
cuando volví a poder verlas me dí cuenta que no entendía el temblor de los nervios que volvía.
lloré y quise dejarlas, las dejé.
las quise entender y me dejé reencontrar
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