de ja vu
en antro coloreado por dibujos y pinturas
escuchado por la música que salía de las paredes
sentido por el humo que sacaba potencia a las luces de colores de semáforo
pero con mucha espera y poco avance.
un maniquí rojo sin cabeza esparcía una felicidad difícil de captar por el trabajo absoluto del lugar
Dormí una hora, producto del humo y me enamoré de un músico
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