sábado

te chau

y una estrella rebeldona filmaba colores distintos, esparcidos en su silueta y ante el primer gris las luces sufrieron distorsión. Hace más frío, antes era distinto, se movían por patrones de espacios concurridos.
Desafinan y desfilan expresiones extrañas que en peleas me sortean evitando que le dé una visión general de un panorama que se derrama.
Te acordás de ese destello en el soñar? yo te había avisado, pero vos te crees dueña de la verdad al despertar.
y los dedos se congelan pero las muñecas parecen hechas de lana gruesa de invierno, la mejor parte recién empieza pero un apagón enfrente me hace sentir perdida, con un vacío más que causaba risa, y si es estremecimientos de grandeza no me invierte nada.
Lo que me da de pensar es cómo se corto la canción y aparece hecha melodía una parte de casi los primero besos.
Y cuando mi mano me busca, toca otras caras, sin alejarse de la primaria. Pero también pasa con las propias y la sien parece que va a implorar para explotar por el escandalo que hace fusionándose con la oreja derecha.
Me dedicaron la canción más bella en inglés, entonces es la que cosechara una alma de algodón hecha ilusión a mi persona. Me transmitían la luna, el sol, la nube enajenando el atardecer y el árbol contrastando en vivo o diferido.

El diagnostico entonces doctor: mucho frío, poca noción de los sentidos pero con los mismos al mango. Poca coherencia de la realidad; después de todo, ¿quién la refleja, me la roba, define o explica?, miedos por ruidos que emanan mascotas, perdida en palabras embrajosas para evitar leer entre pestañas esas miradas.
Y tengo una mejor amiga que ma causa mucha gracia, escalofrios con fantasmas en posición adelantada