jueves

A sed de morir despacio

El ruido de la lluvia se trasforma en un espejo de recuerdos con ruidos, nítidos.
Gotas perdidas caen solitarias a un ritmo lento, pareciendo que disfrutan su recorrido, pero es la poca energía que le da un pájaro en la rama del árbol más cercano entonando su melodía más hermosa. Contradictorio, paradójico.
Los sueños son enredos de cables, fotografías absurdas y rostros difusos, no hay nada tuyo.
Despierto y primer pensamiento, mejor sigo durmiendo.
Las escalas se hunden para después surgir con fuerza, ¿Será la ilusión hecha canción? Provocando un vacío en el pecho, no puedo dejar de escucharlo.
Casi como un sol abstracto; encegueciendo, impartiendo luz ficticia. Invitándome a vivir una vez más una fantasía. Intensidad perdida.
Tren arrancando o quizás un lavarropas. Casette. Comprimiendo (miedo) sentidos en esos sonidos, para distraerme quizás.
Trazando una línea imaginaria entre el consciente y lo que se siente. El problema es que la razón se mutó con el inconsciente.

Loading…

“No más, dejalo ser” y al día siguiente de nuevo.

Odiame, haceme odiarte, maltrátame. Puede ser la solución de dejarte de sentir, de pensar, de buscar.
Susurros y final de un cortometraje antiguo.
Comenzando esa canción que la puedo escuchar mil veces y me sigue haciendo temblar.
Truenos confundiendo los pronósticos, desafiándolos.
Una muñeca vieja resulta tétrica dependiendo los ojos con los que se los guste mirarla. Voy a elegir por, mirarla con el amor que me hizo sentir en cada ilusión de otro juego tonto, sin visión de mis asuntos.
Perdida en notas, me gustan más las tuyas.
La prepotencia de la lluvia me obliga a cerrar los ojos y seguir derramando pesares, Nostalgia, melancolía, como quieras.
Un enrejado delante de un paisaje: Nadie se molesta en verlo, todos se pierden en la inmensidad.
Se nubló sin ruido mi cabeza. Los términos me hicieron.

El reloj de arena se rompió. Una agonía. Ni la lluvia puede arrastrar la arena a ese mar de leyes.


Descalzandome busqué sentirte pero todo seguia igual.
Con la música tenté las ilusiones de esa conexión ficticia, inventada y como era de esperarse todo seguía igual.
Con el calor: sin memorias, al mismo tiempo: tantas que el cambio de estación no puede tocar.
La luna va en aumento como el sueño. Te encuentro pero no quiero. Te quiero pero no te encuentro. Te siento en escenas, espacios regidos por el infinito, sonidos remotos, conversaciones perdidas, risas acidas, sonrisas palidas. Te pienso en sentidos compartidos.
Necesito esas invenciones complicadas en la nada, de esas basicas chatarras intergalacticas, que me distraigan, que nos empuje a la nada. Sin presión ni miedos a sentir. Dejandose. Llevandose por sensaciones.


Y si una brisa de verano..? Sería engañarnos.

Te extraño.

domingo

How I wish..

Casillas en la nada. Universos paralelos pero totalmente distintos, ni una similitud. Único. Esa felicidad mentirosa es la que se filtra. Y es parte de mi todo lo que me inunda, ¿Por qué seguirlo entonces?, solo porque me importa demasiado para dejarlo en estelas, No es lo mismo ¿por qué lo pienso?, si no son sentimientos encontrados, los de él se pierden en la nada, sin apariencia, ni personalidad.
Nada encaja, nada me llena, nada me importa. Todo pierde brillo, el sol se opaca en memorias. Al vacío en caída libre.
Palpitaciones con el primer y último beso. El viento no me lleva, aunque se lo pido con urgencia. Escucho, veo algo, tiene relación directa.
Nada lo alcanza. Mi propuesta es sumergirme aún más en esas sensaciones, alguna vez allegadas. No es el capricho de novela, es la razón vacía.
Sigo pensando en esa conexión de sentidos, de energía inalámbrica, pero es una falacia con la que me sostengo para creer que algo existe en fábrica.
Canción en repetición todos los días para pensarlo, sintiéndolo así más cerca o con el intento absurdo de cansarme alguna vez de ella. Imposible cundo hay tanto de él.
Un resplandor seguido de un estruendo, así ocurrió, como un trueno. Aún así tardé en ver esa luminosidad de segundos. Porque no la quería ver, no la quería pensar, ni maquinar.
Ya no lo veo, ya tomé conciencia de un final, debe tratarse de etapas como el modelo osi, ahí de nuevo.
La música lo sintoniza en todas sus formas, los placeres lo internan, primero y único.
Miedos. La lluvia lo toca pero no me lo alcanza, es que la necesidad de cercanía me extravía en ese planeta que no me termino de contar, la melodía me llega pero no me acerca.
No te olvides que tengo que decirte cosas poco importantes cada vez que las pienso, que te quiero llenar de pensamientos insulsos para quedarme solo con los buenos. Horas mirando la nada para comparar y así entender los recuerdos con la realidad. ¿Y si es un sueño? Despertame, que en un rato me voy para quedarme.
No tiene sentido que sueñe más de vos, pero explícaselo a mi inconsciente. No tiene sentido que te siga pensando en cada ilusión de un mensaje matinal pero es la intensidad. Recorre mi espalda.
El cuerpo no responde, la expresión tampoco. Inanimado, laxo y abstracto. Necesito de esa visión lateral, sólo de esa.
Contradicción. El quererte me hace perderte. Espinas de un jardín perfumado por yuyos.
Extrañable. Como cada beso, enumerado, ordenado y tuyo que tengo. Proteico.


Como nunca a nadie. Julio de nostalgia.

sábado

Biblioteca de vos

Frío. Pero de nuevo ese aire, esos labios trascendiendo el tiempo, queriendo de un segundo, una eternidad. Volviendo todo de nuevo, las razones para estar ahí, cada pregunta respondida en mi cabeza por ese beso, en el que la mente dejo de funcionar y el sentido sustentable se hizo comprender como nunca.
Ese aire que me hace sentir viva, que inspira magia en mi consciencia, que da energía a mis días con solo pensarlo, el respirarlo me conjuga en un vicio inherente jugando con los instintos.
Todo pasa tan rápido cerca tuyo, pero al mismo tiempo cuánto siento y disfruto cada minuto. El último beso, infinitamente mejor al anterior. ¿Cómo te explico lo que produce esa mirada cognoscitiva en mi estado? Me argumenta lo mucho que quise esa proximidad ajena a todo, intensificando el querer sentirte más cerca, el conectar sin siquiera tocarnos, sentirnos sin tacto alguno. El resto de las personas pierden identidad; rostros, imagen y personalidad, los objetos; uso y forma, la música; melodía y letra.
Mi respiración se pierde en tu boca, el mundo en tus ojos y el espacio en tu conjunto.

No voy a caer en esa inmensidad absoluta de holgura consumista de ilusiones. Tu perfume me da equilibrio, caminando por ese pilar fino de inseguridad y duda. Los sonidos naturales me distraen para indirectamente llevarme de nuevo al mismo lugar, al mismo: te extraño.

Se me hace eterna cada necesidad de lamentos contados por días de inagotables manías. La sinceridad en las expresiones me es innata y necesaria.

Una media te pertenece, más en lo literal de lo que parece, mi inconsciente manejó a mi consciente poseída por el sueño del dormir o por el sueño en si.

La partida de cartas se volvió confusa pero no hubo trampas ni confabulación en contra de nadie. Es difícil de ver cuando es un error que no está en el juego, no formando parte de lo que se está mirando, sin ver más allá de los jugadores, no llegando a ningún lado.

Moviéndome sin señales de lado a lado. Improvisando solo por tratarse de vos. Llegaron las extrañezas a considerarse entrañables cuando son más de tus matices. Los colores tomaron sutilezas del sonido, haciéndolo aún más abstracto.

jueves

Ambiente tosco

Casi inventando excusas, sí es olvidando de a poco, no es estima alguna. En otras cosas, pero lo sigo soñando. Lo sigo buscando en instintos con esmero y desespero por ser la necesidad infundada en caprichos…no, mentira.
El disco gira pero rayado, para captarlo. Se frena lentamente haciendo el sonido inspirado de cualquier miedo incorporado en uno, más allá de todo.
Todos hablan de sobrevivir, una palabra tan absurda cuando se trata de situaciones de esta índole, cuando no hablamos de muerte o enfermedades.
Provocando momentos de locura. Todo termina siendo capitulado por personas ciegas y mudas. Sin visión de la realidad, sin panorama situacional, sin tacto pero con un arma en la mano apuntando firme a su propio pecho, esperando que la bala vaya directo, pero sabiendo muy en el fondo de que jamás va a llegar, sin temblarle el pulso: Falla.
Gente realmente insoportable, incansable. Detestable. Parece que su vida fuera fundada por el mar de ilusiones que le provee un cuadradito electrónico. Dejándose manejar de forma invisible por ellos mismos y spam, obligándolos a consumir.
El inconsciente juega los peores trucos, guardando lo peor y lo más divertido. Te conoce, te irrita, te deja fluir, rompiendo cualquier barrera imaginaria que te convide cualquiera.

Ni blanco ni negro – gris.

En el fondo, quizás vuelva a salir, imposible no actuar con improvisación cuando se trata de vos.
Es que los parpados caen pero no las ilusiones encontradas en desnudez contigua, en la versatilidad portátil de la inútil cámara ilusoria de espías.
Todo empieza salir bien, ¿todo? Debe ser el cambio de luna. Que ahora sale de día, confundiendo aún más cualquiera de las expectativas que pueda llegar a tener de la vida, se la vé clara y con nubes difusas buscando bloquearla, no consiguiéndolo.
El sol presencia de tu buen humor, que no baje entonces.
Perspectivas diferentes pero no dejan de estar equivocadas si se mantienen la coherencia de la realidad impuesta por un juez. La tuya es alternativa entonces, siendo nada menos que un subconjunto. Riendo.
Bajemos de la mano y no nos soltemos hasta que lleguemos al suelo, no importa lo fría que esté tu mano o lo sucia que esté la mía, solo los dos nos damos ese equilibrio para que la caída no sea rápida y destructora. No despertemos, sigamos flotando en ese aire, volando en esos colores. Es imposible aterrizar de pie, pero hagámoslo ligeramente, como una pluma. En la nada absoluta, así creando nuestro propio escenario a visitar.

próximo: respirar de ese aire