miércoles

enamor

el antidestino jugó tan bien que me rindo completamente y ahora si me dejo llevar.



domingo

10 puntos

a los colectiveros del 105 que cuando te pasas no te cobran boleto de nuevo y si hace frío; te dejan quedarte en el colectivo hasta que salga de nuevo

bah

debería conseguir pasajes inmediatos a la nada misma para dejar de reprimir el admitir que te extraño.
así opacándose o intensificándose, pero aclarándose



-che
-dime
-te quiero

(pobre piba)

viernes

a.m.

soñé que había personas adentro de mi cabeza, y que tenían una vida como la de cualquier persona. A mi no me ponía nerviosa descubrirlos, me daba curiosidad verlos bajar por mis pestañas y subirse a mis labios, vestiditos para trabajar o para arreglar el patio. También que me daban un aviso para escuchar cellistas en una estancia y que había mucha mafia en el pueblo donde me lo dieron, por suerte ya no había personas en miniatura dando vueltas por mi cuerpo, pero no llegué a escuchar nada. Me desperté con el olor a tostadas

p.m.

extraño no tener la noción de un tiempo veloz y el tener una hora en mi bolsillo. Ahora ando perdida teniendo una gran conciencia de la lentitud del tiempo, pero ningún reloj. A veces tengo suerte y me paro enfrente de una torre de los ingleses, y me tira el dato, en formato agujas o paso cerca de una iglesia y campanas me gritan de a uno las horas, entonces me concentro y cuento, y ahí algo perdí de noción, hasta la última en la que me desconcentré y con la cuenta de las campanadas, un minuto había pasado y desde ahí, un segundo recién pasaba. ahora tengo una excusa para llegar tarde y minutos desmedidos para pensarte, siempre con una idea clara del tiempo. Con una idea clara de que no te veo.

domingo

una vuelta




Las ventiscas en sombras ahuyentan el humo de unos muñecos que se queman en el alba roja, ardiente de locura

jueves

era

casi no salimos, era 18
teníamos frío, era sábado
nos conocimos, ya era 19
nos miramos, ya era domingo
nos aseguramos de tener la identidad que creíamos saber y sabíamos, en junio

nos besamos casi en el fin del otoño