miércoles

Sueño deleitoso

En una auto, hablandome de astronomía al oído, después de un ‘enamórame..’ calido y produciendo efectos estelares. Besando cuello y boca en forma apasionada, terminando con un roce impredecible, haciendo notar el acontecimiento pareciendo disfrutar al igual, con mi sorpresa.
Llegó mi mamá enojada porque se fue a hacer un estudio y yo hacía lo que me apetecía pero ni siquiera surgió curiosidad por el acontecimiento, siendo más que obvio.
Me volví en el colectivo con una rosa contribuida en felicidad y encantos, estábamos esperando que viniera el colectivo que nos llevaba al país de las maravillas, no sabíamos cual tomarnos y justo vino el 56 (todo rojo) dije que teníamos que jugar ese número porque lo vi en otro lado. Se bajo un hombre pelado y desagradable de ese colectivo (aunque a nosotras no nos paró) y nos dijo que no lo juguemos pero detecte cierta malicia en su voz, así que seguramente lo quería jugar él y pretendía deshacerse de toda competencia. Le dije a mi compañera que jugáramos el 5, el 2 y el 6 por separado también. Vino un segundo colectivo más vacío y nos paró. Quería meter las monedas pero no podía porque el movimiento constante y la extensa cantidad de personas por los que estaba ocupado. Entonces decidí ponerlas cuando llegara a la parada destino.. me quise sentar de forma desesperada porque había una que me podía llegar a robar el asiento entonces el que salía que tenía un palo en la mano casi me lo pega, yo lo mantuve agarrado para que no me haga daño y él intentaba hacerlo, ya con saña porque le había molestado mi prepotencia (ya no tenía interés en bajarse..) Cuando llegamos (parada final) la colectivera nos dijo un lugar para comprar la papa ante la curiosidad de mi colega de viaje (aunque estaba segura que ya la habíamos comprado antes..) y nos dijo que teníamos que terminar de pagar las monedas con uno que se estaba yendo a la estación del tren (pero con buena onda..). Le vimos una ranura en la cabeza al muchacho, casi rapado y comenzamos a insertarle la monedas el tipo se sorprendió y se enojo porque le hacía cosquillas! Le insistimos y accedió!
Llegamos a una estación de servicio porque teníamos muchas ganas de ir al baño!
La suciedad nos invadió en cada uno de los poros y ni hablar del poder olfativo que se extinguió por completo al llegar a ese lugar, sin embargo mi humor era imposible de aplacar. Entraron auxiliares familiares para ambas y si no eran , eran muy parecidas, nos causo mucha gracia..
En la casa de Jose y estaban todos!..pero hasta Bollini! Que medio dormido contó que ya había ido otra vez y yo esa vez casi iba también, evidentemente habíamos llegado muy tarde.. Jose se reía porque fumábamos..

Desperté…

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